Ayer, 10 de Octubre, fue el Día Mundial de la Salud Mental. El lema de la campaña (OMS) este año ha sido “Atención de salud mental para todos: hagámosla realidad”. No hay salud sin salud mental.

Según la propia OMS, la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. A día de hoy, seguimos estigmatizando la enfermedad mental cargándola de estereotipos perjuiciosos para la persona afectada expulsándola en un gran porcentaje de ocasiones de la vida cotidiana por falta de comprensión y no presupuestando en cantidad suficiente para tener recursos personales y materiales idóneos para tratar de proteger la salud mental.

Tendemos a pensar que cualquier conducta o comportamiento fuera de lugar, inesperado, irresponsable o peligroso obedece al “está mal de la cabeza”. Nada más lejos de la realidad. Necesitamos vivir en un entorno controlado y previsible para nuestra – falsa – tranquilidad, pero esto no significa que debemos tachar de “locura” cualquier acto que se escapa a nuestra comprensión o que podamos expulsar de la sociedad sin opciones, posibilidades y ayuda a las personas que de alguna manera se ven afectas por alguna enfermedad mental.

Este miedo al estigma, abandono o aislamiento social, laboral y familiar o la falta de tratamiento por carecer nuestros servicios sociales y de salud de recursos suficientes, son algunos de los motivos por los que muchas personas no reconocen necesitar ayuda.

Existe profesiones en las que los estudios han evidenciado una mayor incidencia de trastornos tales como ansiedad, depresivo recurrente, de adaptación, de conducta… o lo que se conoce como trauma vicario ( también conocido como estrés traumático secundario o fatiga por compasión). Son aquellas profesiones especializadas en el tratamiento, ayuda, acompañamiento o asesoramiento de personas que sufren problemas de distinta índole. Estos trabajos conllevan un esfuerzo psicológico, una entrega personal y gasto emocional que desde luego no pasa desapercibido por la persona que realiza dicho trabajo. A todos/as nos vendrán a la cabeza los profesionales de salud (especialmente médicos y enfermeras), trabajadores sociales, cuerpos y fuerzas de seguridad etc. Sin embargo, existe una profesión (también esencial como las anteriores) que sufre más el trauma vicario, la ansiedad y el síndrome de burn-out : la Abogacía.

Existen estudios de investigación científica al respecto de la carga que tiene esta profesión por su trabajo continuado con personas que sufren, mucho más evidente en especialidades tales como violencia contra la mujer o doméstica, infancia, determinados delitos etc (p ej Levin, A. y Greisberg, S. (2003). Vicarious trauma in Attorneys. Pace Law Review) . Este estudio vino a demostrar que de los tres colectivos estudiados conformados por proveedores de salud mental, trabajadores sociales y abogados especializados en el trabajo con víctimas de violencia doméstica y asuntos criminales, estos últimos sufrían de niveles SIGNIFICATIVAMENTE mayores de estrés traumático secundario y burn-out en comparación con los profesionales de los otros dos colectivos, debiéndose esto principalmente a la mayor carga de trabajo con clientes traumatizados y por tanto a la intensidad de la exposición a traumas ajenos. A este efecto principal se le añadía la ausencia de supervisión respecto al afrontamiento de dicha problemática” (Miguel Fdez. Galán, psicólogo clínico).

La reexperimentación, pensamientos intrusivos, sentimientos de falta de capacidad de atender el problema, evasión, falta acusada de energía y concentración, frustración o ansiedad son algunos de los síntomas que la Abogacía padece por su labor y agudizada por la precaria situación en que desarrollan la labor, la ausencia de ayuda institucional y el silencio o invisibilidad.

Gran parte de la Abogacía reacciona y “aprende” a convivir con todo ello, sin embargo, una parte importante acaba por fracasar bien por sobreimplicación o por todo lo contrario, desinterés y frialdad. Saber reconocer de dónde vienen estas exteriorizaciones es fundamental para tratar a la Abogacía de manera digna y dejar de precarizar su labor social imprescindible en un Estado de Derecho. Porque no olvidemos que las circunstancias precarias en que desarrollamos nuestra labor se une a esta permanente exposición a desgracias ajenas que tenemos que acompañar: falsos autónomos, el trato al turno de oficio por parte de las instituciones, amenazas, presión, falta de conciliación, desconexión y descanso real, competencia desleal, el trato que nos dispensa la sociedad en general, el continuo cuestionamiento a nuestra labor etc

Manel Atserias Luque, fundador del Instituto de Salud mental de la Abogacía (ISMA- España) , habla de bolsas de pobreza en todos los sentidos dentro de esta profesión. Reconoce no haber imaginado nunca que una profesión de capital importancia para un Estado de Derecho como es España, estuviera tan abandonada y en una situación tan crítica.

Durante los últimos años, varios estudios, tanto nacionales como internacionales, confirman que las abogadas y abogados sufren niveles muy elevados de estrés, ansiedad y burnout ― Estudio sobre la Saludy el Bienestar de la Abogacía Española (2019) eI informe LawyersBurnout (2020)―. Asimismo, la intimidación y el acoso sexual también están muy presentes en esta profesión―Informe Us Too? Bullyingand Sexual Harassment in the Legal Profession (2019)―-

Pero la falta de estudios sistemáticos e investigación médica sobre la abogacía en España y países vecinos es evidente, a diferencia de lo que ocurre en países anglosajones. En un artículo publicado por CBC News, titulado “‘The impact on society is enormous’: In legal profession, depression, addiction hurt clients, too” (“El impacto en la sociedad es enorme: en la profesión legal la depresión o las adiciones también lastiman a los clientes”), la periodista canadiense Nicole Ireland desarrolló el tema del estigma que enfrentan los abogados —mucho mayor al de otras profesiones— cuando hacen públicos sus problemas mentales. Es decir, no solo sufren la enfermedad más que otras profesiones sino que además lo hacen en silencio.

De acuerdo a Joan Bibelhausen, Katherine M. Bender y Rachael Barrett, autores del estudio “Reducing the Stigma: The Deadly Effect of Untreated Mental Illness and New Strategies for Changing Outcomes in Law Students”, la depresión, la ingesta de alcohol y el suicidio ocurren con mucha mayor frecuencia en la profesión legal que en el resto de la población, debido al estigma que provoca en abogados y estudiantes de Derecho tener una “enfermedad mental”, lo que los lleva a no buscar ayuda médica a tiempo.

Los investigadores consideraron que el perfeccionismo es una de las fuentes de estrés más relevantes en la Abogacía: “Desde que entran a la Facultad, aprenden que los errores les costarán caro. Puede ser la humillación de no haberse preparado bien para una clase; o puede ser perderse un plazo o pasar por alto detalles importantes que terminen en responsabilidad disciplinaria. Como sea, los abogados aprenden que simplemente no pueden fallar”.

Otra de las causas que identificaron fue el pesimismo: el Derecho podría ser el único oficio en que el éxito depende de que los profesionales anticipen el peor de los escenarios. “Las mejores demandas anticipan todo eventual daño y los mejores contratos anticipan cualquier posible incumplimiento. En un estudio, aquellos estudiantes que fueron catalogados como personas con permanente actitud pesimista tuvieron mayor éxito académico”.

El pesimismo no sólo permite detectar algo que va mal, sino que también influye en que es más probable percibir lo malo como permanente e inmodificable. Esta negatividad también se relaciona con cómo la sociedad habla de los abogados.

El trauma vicario o indirecto es el mayor factor de riesgo para la Abogacía, según el estudio. Y es así porque en la práctica son los suelen pasar más tiempo que nadie concentrados en los detalles y conversando con quienes sufrieron directamente el trauma (ejemplo claro en mi especialidad, en las negligencias). Y como los abogados sienten esta necesidad de ser y verse perfectos, sumados a su tendencia pesimista, se vuelven muy vulnerable a los efectos del trauma. “No muestran debilidad, no procesan el estrés y lo guardan todo muy adentro hasta que se funden”, afirma el estudio.

Esta visión negativa y perfeccionista con la que lidiamos a diario, el miedo a demostrar cualquier debilidad, el trato continuado con personas con problemas graves, la precariedad laboral en que realizamos nuestra labor (plazos, falta absoluta de conciliación, no desconexión…), el abandono institucional y el trato que la sociedad dispensa a esta profesión esencial en un Estado de Derecho, pata indispensable para la Justicia, son las causas que han llevado a la Abogacía a esta situación crítica. Debido a ello, se empiezan a dar cada vez más, agrupaciones y asociaciones que tratan de visibilizar no solo la necesaria labor que realizamos y los problemas a los que nos enfrentamos en nuestra labor (en todos los frentes) sino a brindar ayuda a compañeros y compañeras que sufren en silencio trauma vicario, burnout, ansiedad o adicciones (especialmente ingesta de alcohol y automedicacion).

– La profesión del abogado es eminentemente humanista y éste debe estar prevenido y preparado ante las posibles consecuencias de brindar un servicio de calidad a sus clientes víctimas de experiencias traumáticas. Al fin y al cabo, tal y como señaló el psiquiatra austríaco Viktor Frankl, autor de la logoterapia: “quien da luz debe soportar las quemaduras”– Miguel Fdez. Galán, psicólogo clínico.


Emilia de Sousa.

Las «Cifras del Cáncer en España» es un informe anual editado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) que recoge los datos de incidencia, mortalidad, supervivencia y prevalencia de cáncer en España. El propósito de este informe es ofrecer a los profesionales sanitarios, investigadores y la población en general los datos más actualizados sobre el cáncer en nuestro país, comparando algunos de ellos con los de los países de nuestro entorno.


Os resumo algunos datos rápidamente, aunque podéis encontrar el informe en el enlace que dejo al final de este post.

En España, los tipos de cáncer responsables de una mayor mortalidad son el cáncer de pulmón (22.930; 20,3%), el colorrectal (16.470; 14,6%), y los cánceres de páncreas (7.568; 6,7%), mama (6.606; 5,8%) y próstata (5.798; 5,1%). Entre los fallecimientos por tumor en hombres en España en 2020, el cáncer de pulmón fue el responsable de un mayor número de muertes, seguido por los cánceres de colon, próstata, páncreas y vejiga. En las mujeres, el tumor más frecuentemente responsable de la mortalidad fue el de mama, seguido por los de pulmón, colon y páncreas.

De forma general, la mortalidad por cáncer en España ha experimentado un fuerte descenso en las últimas décadas. Estas tendencias reflejan las mejoras en la supervivencia de los pacientes con tumores debido a las actividades preventivas, las campañas de diagnóstico precoz, los avances terapéuticos y a la concienciación de la sociedad tendente a evitar factores de riesgo como el sedentarismo, la mala alimentación, el tabaquismo, alcohol o drogas.


Estos datos son ciertamente esperanzadores, pero ¿qué más podemos añadir con respecto a 2020, año de la pandemia? Pues un extremo de lo que yo ya he informado en reiteradas ocasiones y que con motivo de la presentación del informe de «Las Cifras del Cáncer en España en 2021», ha afirmado el Presidente de la SEOM, Álvaro Rodríguez-Lescure. Atentas: UNO DE CADA CINCO CASOS DE CÁNCER EN ESPAÑA EN 2020 SE DEJARON DE DIAGNOSTICAR DEBIDO A LA SATURACIÓN SANITARIA PRODUCIDA POR COVID.

Esto representa un impacto en la superviviencia y paliación importantísimo, es decir, estas personas mueren por falta de un diagnóstico a tiempo y además no reciben los cuidados que debieran para paliar sus síntomas y minimizar el sufrimiento. Repito, uno de cada cinco en 2020. 
Según el propio Presidente de la SEOM, calculando que la incidencia de cáncer en España se eleva a 276.000 casos y la tendencia en la caída del diagnóstico se cifra en un 21%, se puede afirmar que han sido unas 60.000 personas las que no han sido diagnosticadas de cáncer en este pasado año. Así mismo es muy preocupante el aumento de casos de cáncer en estadios avanzados sin posibilidad de tratamiento. 


El estado actual de la pandemia y emergencia sanitaria da lugar a una situación que no se ha revertido y los centros siguen sufriendo el colapso y la presión asistencial del SARS-Cov-2, por lo que se prevé que en este 2021 los infradiagnósticos se van a seguir produciendo.


«La covid se comporta como un agujero negro que absorbe los recursos humanos, terapéuticos, diagnósticos y técnicos; por todo ello, la actividad diagnóstica del cáncer, en cuestión de biopsias, radiologías, colonoscopias y citologías, entre otras, se ha visto disminuida», alegó Rodríguez-Lescure en la presentación del citado informe. Así mismo afirmó que los oncólogos están convencidos de que el estrés del sistema, sobre todo en atención primaria, provoca que exista un muro entre los pacientes y la sanidad. Pese a las dificultades para obtener cita, la SEOM dice que no hay que darse por vencido y exigir la atención a que se tiene derecho en relación a los síntomas que los pacientes sufren.


Y todo esto me lleva a confirmaros que durante el último trimestre de 2020 han sido varios los asuntos aceptados por el Despacho por este infradiagnóstico en cuanto a cáncer.


Las nuevas formas de atención sanitaria a pacientes, como por ejemplo la atención telefónica en CAP, pueden ser muy útiles en determinados casos. Pero la petición de citas recurrente por los pacientes, según qué refiera, debería ser un síntoma de alarma. Igualmente, tras la atención presencial, es muy importante derivar a especialistas para las oportunas pruebas diagnósticas, aún a sabiendas del estrés que a día de hoy sufre la Sanidad. Puesto que a las muertes por covid, tenemos que sumar las muertes de personas no diagnosticadas de cáncer, enfermedades cardiovasculares, problemas respiratorios y muy importante personas con problemas de SALUD MENTAL. Necesitamos medios personales y recursos materiales para que la calidad asistencial y la seguridad del paciente no se sigan viendo comprometidas de esta forma. Existe un claro consenso en la comunidad sanitaria en cuanto a que los servicios de salud deben ser eficaces, seguros y centrados en las personas. Deben prestarse de manera oportuna, equitativa y eficiente, y esto no puede obviarse ni siquiera en la situación actual. Los procesos de garantía de la seguridad en los diferentes niveles que prestan la asistencia a un mismo paciente deberían poder identificar errores y corregirlos rápidamente. Para evitar que las personas cometan errores hay que situarlas en un entorno en el que sistemas, tareas y procesos estén bien diseñados.


J.L.L.P. fallecía el 1 de Noviembre (53 años) de cáncer rectal en el Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla tras un periplo de atenciones telefónicas en CAP, presenciales ineficientes, visitas a urgencias sin observación exhaustiva y sin escucha activa, tratamientos que no paliaban su dolor y falta de diagnóstico desde el mes de Enero de 2020, que le llevó a la muerte sin posibilidad de tratamiento paliativo y curación posibles.

 
Por lo tanto, los estragos de la covid-19 no se refieren únicamente a los pacientes diagnosticados por la misma. Los daños colaterales derivados de la falta de medios suficientes tanto personales como materiales en nuestra Sanidad, hacen bastante cuestionable las cifras de fallecidos durante 2020 puesto que hay un exceso de muertes cifradas oficialmente en unas 30.000 personas (más que en 2019), muertes no diagnosticadas de covid. Ministerio de Sanidad y respectivas Consejerías del ramo así como el resto de Ministerios implicados, han de centrar sus esfuerzos en dotar de medios para que pacientes no-covid no se vean desatendidos y en muchos casos, llevados sin oportunidad de tratamiento ni alternativas, a su muerte.


ENLACES DE REFERENCIA:


https://seom.org/images/Cifras_del_cancer_en_Espnaha_2021.pdf


https://www.ideal.es/sociedad/cinco-pacientes-cancer-20210201192445-ntrc.html

https://www.eleconomista.es/nacional/noticias/11026960/02/21/El-limbo-de-los-pacientes-de-cancer-uno-de-cada-cinco-casos-sin-diagnosticar-por-el-covid19.html

 

Emilia de Sousa.

Después de este inicio de año más convulso si cabe que el anterior, volvemos al blog para dar vibilidad a una realidad de la que nadie quiere hablar: las escuelas. Una realidad que muchos y muchas veníamos anunciando desde hace meses. Situaciones que veíamos venir y que en este caso, nos toca de nuevo vivir en primera persona.

Que las aulas no son seguras para nadie no debería sorprender a nadie.
Pero que Celaá, su Ministerio, y las Consejerías del ramo han discriminado aún más a las criaturas con patologías de riesgo es un hecho.

Los pediatras nos dicen que las aulas no son seguras para la #salud de nuestros/os hijos/as (con patologías previas) y no pueden ir a clases porque en todo un año este país no ha tenido la decencia de implementar medidas tendentes a una bajada de ratio acorde con la situación, refuerzo de personal y mejora de infraestructuras haciendo uso incluso de edificios públicos que ahora para poco sirven. Todos con una excusa: creer sus propias mentiras en cuanto a la seguridad de las aulas, ampararse en la falta de competencia para no mover un dedo… Nadie ha salido a gritar por todo ello a las calles y los pocos que lo venimos haciendo desde junio hemos recibido ataques de todo tipo.

Miles de #familias no podemos ir al cole por no ser seguro según indicación de los propios médicos, pero tampoco tenemos derecho a una #enseñanza a distancia eficiente porque no se ha contemplado un plan b para nosotras. Tampoco ayudas a los #cuidados y la #conciliación porque la inmensa mayoría tenemos que salir a trabajar, aún estando nuestras criaturas en casa.

Se les llena la boca a nuestros dirigentes rojos, azules, morados o verdes diciendo que no dejan a nadie atrás, pues fíjense qué gran mentira televisada y aceptada por todos y todas. En España nos aplasta la normatividad y el silencio cómplice, perdidos todos en un devenir de medidas políticas de medias tintas con las carcajadas de fondo de quienes aún siguen negando hasta las muertes.

Dar las gracias a todas las familias que están en esta misma situación y nos han escrito pidiendo ayuda, seguimos con nuevas acciones para llevar nuestra voz a quienes han de escuchar, porque la pandemia ha venido para quedarse y hemos de tener contemplados todos los escenarios posibles, reales y actuales. También dar las gracias a Cristina Villanueva, que siempre nos tiende la mano, y a su equipo por ceder un espacio a esta realidad incómoda para muchos/as.

Nuestros hijos y nuestras hijas merecen aulas seguras donde aprender con sus compis, jugar, socializar con seguridad y no verse obligados/as a permanecer en casa por la discriminatoria y cruel gestión de las instituciones para con la enseñanza.

Os dejamos el clip con la intervención de Emilia de Sousa en los Informativos de la Sexta (https://www.atresplayer.com/lasexta/noticias/noticias-fin-de-semana/enero-2021/23-01-21-el-jefe-del-estado-mayor-de-la-defensa-jemad-presenta-su-dimision-a-robles-tras-vacunarse-contra-el-coronavirus_600c73a97ed1a882c42ee976/)

https://youtu.be/OXHF13OIXDI

Si estás en esta situación y quieres unirte a nuestra lucha, déjanos un correo electrónico en contacto@desousaabogadas.com con tu situación y número de contacto y te contactaremos lo antes posible. Seguimos estudiando nuevas acciones.

Nos seguís preguntando mucho acerca del Plan MeCuida y sus posibilidades. Mujeres que necesitan cuidar de sus hijos o sus hijas si estos pasan a estar cuarentenados por contacto con algún positivo en el cole, por tener que cuidar de algún mayor al que por miedo no quieren volver a llevar a una residencia o mujeres que están a punto de finalizar su permiso de maternidad y necesitarían adaptar su jornada para turnarse con el/la otro/a progenitor/a para evitar escuela infantil el máximo tiempo posible, o incluso familias monoma/parentales que requieren de un abordaje especial ya que ante una cuarentena, no tienen compartida la responsabilidad.

Este post pretende ser lo más conciso posible y aclarar las preguntas más frecuentes, dado que no todo deber de cuidado da lugar a acogerse al citado Plan MeCuida. Solo cuando los deberes de cuidado se deben a circunstancias especiales por COVID-19, se puede un trabajador o una trabajadora acoger al mismo. Si los deberes de cuidado se deben a razones que se darían de igual manera en circunstancias normales, no entra en juego esta posibilidad. Aclarado esto que es lo más importante que todos y todas tenemos que saber, analizamos algunos puntos que siguen siendo controvertidos.

El Real Decreto-ley 28/2020 prorrogó la vigencia del artículo 6 del Real Decreto-ley 8/2020, de 17 de marzo, de medidas urgentes extraordinarias para hacer frente al impacto económico y social del COVID-19 en su Disposición adicional tercera hasta el 31 de enero de 2021.
Este artículo hace referencia a lo que supuestamente es la panacea de la conciliación en tiempos de covid: el Plan MeCuida. Que viene a establecer lo siguiente:
«Las personas trabajadoras por cuenta ajena que acrediten deberes de cuidado respecto del cónyuge o pareja de hecho, así como respecto de los familiares por consanguinidad hasta el segundo grado de la persona trabajadora, tendrán derecho a acceder a la adaptación de su jornada y/o a la reducción de la misma cuando concurran circunstancias excepcionales relacionadas con las actuaciones necesarias para evitar la transmisión comunitaria del COVID-19»


Bien, ¿qué significa esto? En principio significa que con acreditar deberes de cuidados excepcionales debidos a la covid-19 podremos adaptar o reducir jornada.


¿Qué supone poder adaptar jornada? Pues por ejemplo: cambio de turno, alteración de horario, horario flexible, jornada partida o continuada, cambio de centro de trabajo, cambio de funciones, cambio en la forma de prestación del trabajo, incluyendo la prestación de trabajo a distancia…


¿Qué supone poder reducir? Pues eso: reducir jornada y sueldo. Y ¿por qué se dice que es una reducción especial? Pues básicamente porque deberá ser COMUNICADA a la empresa SOLO con 24 horas de antelación, y podrá alcanzar el cien por cien de la jornada si resultara necesario. Ojo, también reducción de sueldo al 100%. 


¿Qué es lo que está pasando en la práctica? Pues que para la reducción las empresas no están poniendo muchas trabas pero es un artículo de lujo, un privilegio, que un país de clase obrera eminentemente no se puede permitir. Por lo que NO, no es ninguna medida en beneficio de las personas trabajadoras por cuenta ajena. 
Y con respecto a la adaptación ¿qué está pasando? Pues que HAY QUE ACREDITAR DEBERES DE CUIDADO POR SITUACIÓN EXCEPCIONAL CAUSADO POR LA COVID-19. Y ¿quién dice si se han acreditado o no dichos deberes? Pues el más fuerte: la empresa. Y ¿qué pasa si la empresa dice que no has acreditado dichos deberes y/o que las condiciones no permiten la adaptación? Pues que tienes que pleitear. Y en la práctica es lo que está pasando. No hay otra forma de hacer valer tu derecho a acogerte a una adaptación de jornada según el Plan MeCuida si es denegado por la empresa que no sea demandar.


Y ¿qué más? Pues algo que no se ha explicado suficientemente: solo se ha prorrogado el artículo 6, NO EL ARTÍCULO 5 que era el que imponía el carácter preferente del teletrabajo. ¿Qué dice este Real Decreto-Ley 28/2020 sobre este carácter preferente? En su Disposición transitoria tercera no establece ninguna prórroga. Fin del carácter preferente a nivel general o nacional del mismo. Y explica que solo cuando se vuelvan a implantar excepcionalmente medidas de contención del virus y se establezca dicho carácter estará en vigor, mientras se aplicará la normativa ordinaria. ¿Qué ha supuesto esto en la práctica? Pues que a todas las personas que estaban teletrabajando porque en Marzo se le impuso esa modalidad dada la situación de emergencia sanitaria, si la empresa así lo ha querido, a partir de la eliminación del carácter preferente, se le ha privado de esa opción de trabajo a distancia. Habrá quien lo lleve bien y habrá quien se haya visto totalmente desprotegido porque durante meses se había organizado para con sus familiares y de buenas a primeras todo vuelve a ser un caos. ¿Qué le queda a esa persona que quiere teletrabajar? Pues solicitarlo fundamentando que viene realizándose durante meses eficientemente. Pero esto es empezar de cero como en cualquier solicitud de adaptación de jornada según el artículo 34.8 E.T. y en la mayoría de los casos la situación se acaba judicializando.


El Plan MeCuida (adaptación en cualquiera de sus formas o reducción si es lo que se prefiere) debería ser automático cuando, por ejemplo, una madre tiene que cuidar de su hijo cuarentenado pero negativo en covid-19, ya que no existen a día de hoy bajas laborales remuneradas (extensión de la baja laboral aún pendiente de estudio, según el Ejecutivo). Sin embargo, no está siendo así. El cuidado de esos niños y esas niñas sigue recayendo en abuelos y abuelas, y, sobre todo, sigue recayendo en la renuncia de las mujeres ante la falta de implicación empresarial y ante la falta de un abordaje legislativo más contundente al respecto. Ya tenemos las estadísticas de la Seguridad Social al respecto de las excedencias de este 2020, que dejan en evidencia el fracaso de la conciliación en España (por citar: un 85% aprox de excedencias de mujeres frente a un 15% aprox de hombres). El Plan MeCuida no debería ser discutido entre empresa y trabajador. Organismos u auditorías externas son las que debieran estudiar si se da o no la acreditación del deber de cuidado por razones de la covid-19. Si es así, tiene que ser de obligado acatamiento por el empresario porque no se puede estar en misa y repicando. El Ejecutivo no puede pretender estar al 100% con los cuidados y las familias y al 100% con la economía: en algunos momentos, algo tiene que primar e indiscutiblemente la vida, la salud y los cuidados han de primar en situaciones de excepcionalidad, tal como primó en Marzo. Es lo que nos comunican en comparecencias y ruedas de prensa continuamente, ¿no?, entonces, ¿qué pasa con este Plan MeCuida que queda al arbitrio nuevamente del más fuerte y obliga a la trabajadora o al trabajador a pleitear para conseguir hacer valer un derecho?


Seguimos en una pandemia mundial, una emergencia sanitaria muy preocupante, tasa de incidencia elevada, siguen confinándose zonas, municipios y CCAA perimetrados, toques de queda, un Estado de Alarma hasta Mayo de 2021, los niños y las niñas van de 25 en 25 a los colegios sin suficientes medidas de seguridad pero áreas infantiles al aire libre cerradas, seguimos sin poder teletrabajar para facilitarnos el día a día a las familias que puedan desarrollar y así lo deseen su labor a distancia, seguimos teniendo que luchar a cada petición que necesitemos con la empresa, seguimos sin una baja remunerada que nos permita cuidar de los niños y las niñas cuarentenados/as, sin la posibilidad de adaptar ante la semipresencialidad de las aulas…


Las familias, especialmente las madres, LA INFANCIA y los cuidados siguen olvidados. Porque como yo decía hace poco en un post: «lo verdaderamente transgresor es aceptar que nosotras somos en su mayoría las cuidadoras, con doble jornada y que eso lo solucionamos atendiendo dichas necesidades de cuidado, no haciendo como que no existen. Lo verdaderamente transgresor es cuidar de los cuidados desde las perspectivas de género y de infancia. Jamás alcanzaremos techos de cristal ni derrumbaremos muros si no limpiamos antes el suelo pegajoso por el que la mayoría de nosotras camina especialmente ahora en esta crisis mundial«

 

Emilia de Sousa

 

Este mes como sabréis ya, hemos organizado nuestros propios 25N para tratar de dar visibilidad a las raíces de algunas de las violencias machistas de las que menos se habla, se condenan y se abordan. Una vuelta de tuerca necesaria porque es muy necesario conocer las bases de las que se alimentan nuestras actitudes, pensamientos, legislaciones etc estereotipadas y la violencia.

YO DISIENTO dijo la Magistrada Ruth Bader Ginsburg durante el juicio en el caso Lily Ledbetter, que reclamaba justicia por haber cobrado 172.000€ menos a lo largo de su vida que sus compañeros hombres, a pesar de estar más cualificada y tener más antigüedad. Esto, queridas, que a día de hoy se conoce como brecha salarial y que quizás no se da tan descaradamente, pero se da, viene a ser desigualdad perpetuada por una legislación con género masculino que se exhibe y muestra bajo una falsa imparcialidad y objetividad. Perpetuada por unas bases sistémicas con raíces estereotipadas que ya no sabemos reconocer y que hemos asimilado como pensamientos y deseos propios porque estamos muy bien socializadas. De esto también hablaremos en los distintos encuentros 25N que aún nos quedan esta semana. Porque la desigualdad salarial es violencia contra la mujer en su raíz.

De socialización de género, de derechos laborales en la maternidad, de heridas de género, de culpa, de merecimiento, de discriminación jurídica para modelos de familias no heteronormativas, de violencia obstétrica, violencia institucional y mucho más debatiremos en esta semana.

Os dejamos más información acerca de cada uno de los encuentros.

 

 

 

«LOS CUIDADOS SON UN DERECHO HUMANO» Viernes 20N. Directo en Instagram con la Asociación Maire Lactancia.

Os dejamos enlace al Directo:

https://www.instagram.com/tv/CHz9Jn1qKXP/?utm_source=ig_web_copy_link

 

 

 

 

 

 

 

«DEL SER HUMANO AL SER SOCIAL»

Lunes 23. Webinar en Zoom. En abierto hasta completar número máximo de asistentes. 19.horas. Con María Fornet, psicóloga y escritora.

DEJAMOS ABAJO CARÁTULA DE LA WEBINAR. CLICKENADO ENCIMA LLEVA AL VÍDEO

 

 

 

 

«HERIDAS DE GÉNERO»

Martes 24. Webinar en Zoom. En abierto hasta completar número máximo de asistentes. 12.30horas. Con Cristina Villanueva, periodista y escritora.

DEJAMOS ABAJO CARÁTULA DE LA WEBINAR. CLICKENADO ENCIMA LLEVA AL VÍDEO

 

 

 

 

 

«EL ANCESTRAL TRATAMIENTO DE HISTÉRICAS»

Martes 24. Reunión Zoom hasta completar número máximo de asistentes. 19.00horas. Con Asociación Femme Força Vinarós.

DEJAMOS ABAJO CARÁTULA DE LA WEBINAR. CLICKENADO ENCIMA LLEVA AL VÍDEO

 

 

 

 

 

«LA COVID-19. LA EXCUSA»

Jueves 26. Webinar en Zoom con Beatriz Aller, Presidenta de la Asociación El Parto es Nuestro. 12.30horas.

 

 

 

 

 

 

 

«LA CULPA Y LA FALTA DE MERECIMIENTO EN LAS MUJERES»

Viernes 27. Directo en Instagram con Beatriz Aguirre, BTheChangeMoms. 12.30horas.

 

 

 

 

 

Es un placer, y un honor cómo no, que estas grandes mujeres y Asociaciones hayan aceptado la invitación para formar parte de estos encuentros con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, analizando las trabas que el sistema ha creado, el imaginario colectivo aceptado y nosotras interiorizado.

GRACIAS A TODAS LAS PONENTES Y ESPERO QUE OS GUSTE EL PROGRAMA.

Emilia de Sousa.