Hace unos días, expresé en rrss cuánto echaba de menos momentos como estos: ponencias, formaciones, charlas… Las sinergias, las energías, los abrazos al final de la exposición, los agradecimientos no pedidos pero que me dejan clara la importancia de mi labor, las lágrimas de emoción de matronas, las lágrimas por los partos vividos… Lo echo muchísimo de menos. La pandemia nos ha robado muchas cosas (las vidas humanas…) pero el contacto personal, las miradas de muy de cerca, los besos… también su falta nos resta un poco de vida…

Una Webinar, un Directo en IG, un FB Live y todo estos inventos están genial pero nada te enseña, te eleva y te sostiene tanto como la mirada cómplice o el abrazo final.

Lo que aquí os dejo hoy fue el último encuentro presencial antes de la declaración del Estado de Alarma, en el que tuve el honor y el placer de estar formando a profesionales sanitarios en cuanto a los derechos de las mujeres en la atención al parto normal así como las competencias de las matronas en el mismo. Como os digo, fue un honor. Las Jornadas en cuanto a atención al parto normal que se vinieron desarrollando entre los días 17 y 19 de Febrero en el Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla. La formación iba dirigida principalmente a matronas y médicos obstetras, pero a las mismas acudieron enfermeras, auxiliares etc

En mi intervención pude hablar de ética y HUMANISMO como bases de la excelencia en la prestación de la asistencia y los cuidados sanitarios, de la importancia de la comunicación y la confianza sanitario-paciente y del respeto que entre los profesionales se ha de tener con respecto a las competencias de los compañeros y compañeras. Dejamos sentadas las bases para demostrar que el sistema de salud ha de ser colaborativo, participativo, sostenible y RESPETUOSO CON LOS DERECHOS DE LOS PACIENTES. Centrándonos en el ámbito gineco-obstétrico y concretamente en el parto normal, traté de explicar cómo de importante es mantener un lenguaje adecuado y entendible para todas las mujeres y sus acompañantes, y que esto es una cuestión de derechos humanos. Que es absolutamente imprescindible abandonar los discursos de miedo, de coacción, de infantilización, paternalistas o condescendientes que nos acercan a supuestos «riesgos» que quizás no son tales y que no hacen más que menoscabar y sobre todo, viciar la voluntad de la mujer que va a parir.

Así mismo, traté de fundamentar legalmente que el «NO ES NO» en el acompañamiento a la mujer que está de parto y  que su decisión está por encima de protocolos y cualquier otra eventualidad porque así lo establece tanto normativa nacional como internacional. Fue muy enriquecedor el debate que al respecto se produjo, especialmente centrado en la mujer que decide no inducirse o no someterse a cesárea por una GCP, por ejemplo. La Autonomía Personal/Autonomía del Paciente como derecho humano fundamental inviolable.

Por supuesto, todo un bloque dedicado a la importancia de las competencias de las matronas dentro del acompañamiento en el parto normal y estudiamos su marco legal. Las matronas tienen que sentir que su poder es inmenso y que, como profesional independiente y autónomo, no están subordinadas en sus decisiones. Me dirigí allí directamente los sanitarios médicos que estaban para explicar que su «paso atrás» y su confianza en la capacidad de discernir y diagnosticar de las matronas una desviación de la normalidad puede suponer un cambio radical en el paradigma de la atención al parto. Con cifras y estadísticas se ve claramente cómo los partos normales acompañados por matronas arrojan unos mejores resultados a todos los niveles.

Las enfermeras y las matronas demuestran continuamente su eficacia, eficiencia y capacidad de adaptación (lo acabamos de ver con la emergencia sanitaria vivida), pero siguen siendo maltratadas y ninguneadas por un sistema que no terminar de respetar su autonomía e independencia.

Mención especial en este bloque, a la tan controvertida presencia de estudiantes en los partos, recordando lo que la Ley General de Salud y la Ley de Autonomía del Paciente, principalmente, tienen que decir al respecto, lo que generó otro debate bastante interesante.

Para acabar, creo que era justo ilustrar mi intervención con mis propias experiencias de parto. Mi primer parto robado y mi segundo parto apropiado, sanador y respetado, que consiguió mostrar a la perfección la diferencia entre permitir el empoderamiento de la mujer en su momento y coartar sus derechos, sus libertades e intervenir en un proceso fisiológico innecesariamente. Para todo esto, expliqué, es fundamental interiorizar la perspectiva de género en la prestación de la asistencia sanitaria y dejar de tratar, evidentemente, el embarazo y el parto «per se» como enfermedades, patologías.

«… para vencer al patriarcado, no bastará con que a las mujeres se les permita entrar en el ruedo público donde los hombres están dispuestos a matar por sus creencias. El parto, el nacimiento y el mundo «privado» de los cuidados maternales deberán ser re-conceptualizados y las valoraciones que se merecen deberán ser negociadas…» Traducción de Ibone Olza de «Nacimiento y Muerte» de Virginia Held.

En un momento en que el feminismo y los derechos de las mujeres están en plena lucha por no sufrir retroceso alguno, es incuestionable incluir la defensa de los derechos en el parto, tanto en cuanto a la propia fisiología del mismo como en cuanto a los derechos que a mujer y bebé amparan en ese momento. El respeto impoluto al vínculo entre madre y bebé. Y la condena sin peros a la ya incuestionable violencia obstétrica (definida por la ONU en 2019 como un tipo más de violencia machista y otra expresión de la falta absoluta de respeto a la igual condición de la mujer, una violencia que vulnera derechos humanos, que queda impune en la mayoría de las veces y de la que España no se libra).

No hay feminismo ni feminista allí donde no se defienden los derechos en el nacimiento.

En las fotos: Lupe Almodóvar, Teresa Angulo, Antonio Zurita, María Fernández, Laura Rey y tantas otras matronas y ponentes de unas Jornadas tan necesarias. Mujeres embarazadas del mundo: os deseo matronas como ellas en vuestros partos. Aquí os dejo fotos para que podáis reconocer sus caras, parte de la avanzadilla en la lucha por seguir manteniendo viva la fisiología del parto y el deseo de conseguir alianzas entre la mujer y el equipo multidisciplinar que va a «atender» su parto, poniendo el foco en la autonomía, la seguridad y los derechos de las mujeres. No me olvido de Arantza Galiardo, compañera jurista, activista por los derechos de las mujeres embarazadas y que nos regaló un sorprendente taller que nos hizo llorar a todas y todos muy buenamente.

                                                   

Como os decía al inicio: HONRADA Y AGRADECIDA y echando muchísimo de menos estos momentos…

17-19 de Febrero de 2020. Jornadas de atención al parto normal y competencias de las matronas. H.U. Virgen Macarena. Sevilla.